La carambola en el erasmus rural / Luis Miguel Ferrer

Fecha: 27-Aug-2020

Luis Miguel Ferrer 
Departamento de Patologia Animal
 Facultad de Veterinaria - Universidad de Zaragoza
Instituto Agroalimentario de Aragón (IA2)
lmferrer@unizar.es

Estas pasadas fechas tuve la oportunidad de visitar, una vez más, Cubel, esta pequeña localidad de la comarca del Campo de Daroca, en plena cuenca endorréica de Gallocanta.

Normalmente la visito una o dos veces al mes para trabajar en los diferentes proyectos que desarrollamos en este pueblo, dentro del convenio que la explotación de ganado ovino Yagüe-Franco tiene firmado con la Universidad de Zaragoza.

Esta vez era diferente, se trataba de estar presente, apoyando a los alumnos del Servicio Clínico de Rumiantes (SCRUM) de la Facultad de Veterinaria de Zaragoza durante la grabación que se iba a realizar para el programa Aragón en Directo de la TVA.

No es raro que la prensa o la TV autonómica o nacional vaya a grabar a esta explotación ya que los proyectos de investigación que en la misma se realizan tienen una difusión importante a nivel mundial.

En esta ocasión no se trataba de esto, no, esta vez se trataba de entrevistar en directo a los estudiantes del Programa Desafío de la Diputación Provincial de Zaragoza, más conocido como Erasmus Rural.

¿No lo conocen?, pues deberían. La DPZ tiene una Cátedra, “Despoblación y Creatividad”, y desde este foro se dieron cuenta que la gente viaja con el Programa Erasmus para estudiar aprender idiomas y la cultura de otros países, pero desconoce la cultura de nuestros pueblos y una buena parte de la gente de ciudad no se entiende bien con la gente rural.

Esto fue el embrión del Erasmus Rural. Mediante una serie de becas de la DPZ, los estudiantes pueden desplazarse, vivir y hacer prácticas en pueblos alejados de la capital, con escaso censo y que, a duras penas, se mantiene o está bajando.

Esta idea fue rápidamente captada por el SCRUM, que desplazó a Cubel a tres estudiantes de en la primera convocatoria, mientras que estudiantes de otros grados se repartían por diferentes localidades.

El éxito fue rotundo y la DPZ triplicó la dotación para estas becas para el siguiente cueso, y se volvió a llenar, estando nuevamente nuestra ganadería de Cubel en primera línea y contando con la participación entusiasta de nuestros estudiantes.

Este año, el presidente de la DPZ, en vista del éxito de la idea del Erasmus Rural, ha vuelto a triplicar la dotación y se ha vuelto a llenar. Por este motivo me desplace a Cubel, para estar en la grabación, en la que, al final, también participé.

Los estudiantes de veterinaria del SCRUM están emocionados por participar, pero no solamente por lo que se aprende, sino por el trato recibido en el pueblo y el aprendizaje de esa cultura rural en peligro de extinción.

Las estudiantes de este año estuvieron impecables, como actoras profesionales, como lo han hecho en ocasiones anteriores.

Mi gran sorpresa fue que, cuando acabaron de grabar en la paridera con las ovejas, nos desplazamos, junto a Tomás Yagüe, el agro-ganadero, al Ayuntamiento para seguir grabando y allí, Tomás cambió su papel de ganadero por el de alcalde y comenzó la grabación con dos estudiantes de grado de Información y Documentación de la Universidad de Zaragoza.

Mi sorpresa fue total. En un pequeño pueblo de 200 habitantes estaban pasando el verano y haciendo prácticas, cuatro estudiantes de dos grados diferente, compartiendo alojamiento e intercambiando ideas.

Los grandes progresos y las grandes ideas surgen de la participación interdisciplinar y Tomás, desde Cubel, ha sabido ver antes que nadie, que el programa Desafío “Erasmus Rural” puede potenciar al pueblo, a la DPZ y formar mucho mejor a unos estudiantes que nunca pensaban que iban a encontrar en este pueblo esa novedad de prácticas interdisciplinares.

Se figuran el potencial que pueden desarrollar unos estudiantes entusiastas veterinarios, agrónomos, ingenieros, documentalistas, mecánicos, etc. trabajando de forma conjunta y conviviendo y compartiendo conocimientos con la gente que pasa todo el año con excasa presencia de juventud.

La idea es brillante y para demostrarlo no hace falta más que ver en la foto a Rubén, estudiante de Información y Documentación, encalostrando a un cordero que nació en un parto múltiple y con poco peso.

Si el filósofo y humanista Erasmus de Roterdam levantará la cabeza, seguro que se sentiría orgulloso de ver como la cultura se multiplica cuando se hacen grupos interdisciplinares, como está sucediendo en estos momentos en esta pequeña pero importante localidad zaragozana.